Ser emprendedora es una apuesta a la libertad personal. La mujer emprendedora confirma en cada acción su autonomía. Cada paso de su emprendimiento es fruto de una decisión personal y muy consciente. Las emprendedoras nos manejamos en espacios de horizontalidad, donde las relaciones se establecen como alianzas y a través de acuerdos, donde todas las partes son protagonistas. No hay burocracia, ni jefes, ni órdenes inquebrantables en el universo de la mujer emprendedora. Hay versatilidad, creatividad y un intercambio permanente de saberes. La mujer emprendedora apuesta al aprendizaje permanente, a la colaboración entre partes, a la acción. La mujer emprendedora es osada, arriesga y gana experiencia, contactos, conocimientos. La mujer emprendedora apela de forma permanente a su creatividad. Acciona la imaginación y crece. La mujer emprendedora se maneja en una red de contactos que se multiplica a través de sus gestos de transparencia, su trabajo y su perspectiva de futuro. ¿Sos una mujer emprendedora? Sumate a EenRed.