Una de las opciones de para comenzar un emprendimiento es partir de un hobbie: cocinar, hacer un deporte, tener una habilidad artesanal o la decoración, la jardinería o los viajes: unir trabajo y placer es clave.
Por Inés Arribillaga

“Tus tortas son geniales, podrías comercializarlas…”
“¡Qué buenas fotos! ¿por qué no te dedicas en serio a la fotografía?”
“Sabés tanto de plantas: deberías dar un servicio profesional de jardinería”.

Muchas personas son reconocidas en su medio familiar o social como “expertas” en algo que hacen o conocen mucho por la dedicación o conocimientos que tienen. Los hobbies son inclinaciones que se realizan por gusto personal y quien lo tiene, generalmente busca información y aprende sobre el mismo en forma permanente.
Pero no es lo mismo tener un hobbie que utilizarlo como negocio.

En primer lugar recomendaría evaluar si realmente está dispuesta a hacer de su hobbie un trabajo permanente. En segundo lugar, qué conoce como necesidades insatisfechas o poco exploradas en dicha actividad y en tercer lugar, qué recursos requiere en materia de tiempo, esfuerzo, inversiones y espacio para desarrollarla.

Puede resultar frustrante la relación tiempo/esfuerzo/inversión con rentabilidad o venta del producto.
Por esto, muchas mujeres abandonan el proyecto cuando descubren que un producto especial no cubre las expectativas de actividad comercial o de ganancias.

Algunos tips

Paso Uno (imprescindible): Hacer un estudio de costos fijos y costos variables por producto a desarrollar. Determinar cuánto necesita vender para cubrir los gastos fijos y llegar a un punto de equilibrio en la primera etapa.
Punto Dos: Evaluar que el precio del producto o servicio esté en consonancia con lo que el cliente esté dispuesto a pagar por él y en relación a los precios de mercado.
Punto tres: El plus: Trabajar en base a los beneficios para el cliente. Esto es, contar con una elaboración de calidad o artesanal, original o novedosa.

No existen precios preformados por duplicación de costos. En realidad, deberíamos conocer muy bien los insumos y costos a determinar en base a cantidades necesarias para los productos. Sabemos que lograr proveedores confiables y serios es fundamental para cualquier emprendimiento. Y ciertos proveedores solo trabajan con mayoristas o en grandes cantidades y ésta es una realidad que es preciso conocer muy bien porque nuestros costos (seguramente) serán de consumidor final o minorista.

Algunas creencias
Dos creencias erróneas frecuentes respecto al precio en microempresarias son: creer que su producto debe imponerse en base a un precio competitivo y que sea más bajo o igual a otros fabricantes de mayor venta (lo cual es casi imposible) o creer que su producto por ser mejor o artesanal debe tener un precio especial y cotizarlo en base a su presunción de valor.
En este sentido el valor de producto o servicio es muy importante para establecer una diferencia en la mente del consumidor pero no puede estar por fuera de lo que el cliente puede estar dispuesto a pagar.
Investigar costos posibles, estudiar a los competidores y . estudiar su mercado objetivo es esencial. Por eso es imprescindible averiguar lo que existe y, cómo hacer la mejor inversión de recursos financieros y económicos (y trabajar con alguien que la asesore específicamente en este aspecto es importante).

Un producto especial puede tener un plus que se refleja en el precio de venta: para esto deberá estudiar cómo trabajar con y lidiar con las objeciones del cliente. No es cierto que una emprendedora debe vender al mismo precio del mercado pero tiene que saber muy bien cómo vender con los argumentos que convenzan de los beneficios que representa para el cliente.

Por último, y no menos importante, es lo que hace a la comercialización y la venta del producto o servicio. Lograr el desarrollo del mercado potencial y tener clientes que justifiquen la actividad es otro de los desvelos prototípicos de toda emprendedora nueva. En todos los casos, se trata de capitalizar cada experiencia para seguir creciendo.

Inés Arribillaga
Consultora en gestión de emprendimientos y Directora de Emprendedoras en Red.
Psicóloga clínica y del trabajo UBA.
portal www.emprendedorasenred.com.ar

La foto pertenece a corresponde a Patricia Esperanza (El Refugio Espacio Alternativo y La huerta de la cuadra)

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